“Es mejor escribir para sí mismo y no tener público, que escribir para el público y no tenerse a sí mismo”

Cyril Connolly

jueves, 6 de octubre de 2011

ESPIRITUALIDAD O ESPIRITUALISMO?



La espiritualidad es la comunión con nuestro ser mas excelso, es la manifestastacion de nuestra divinidad, la unión con Dios o energía creadora, es el estado superior del hombre como tal, al menos la aspiración, es el desarrollo de la conciencia cósmica que nos despierta de este sueño que llamamos realidad, donde hemos estado deambulando a lo largo de tantas vidas como sonámbulos en busca de respuestas que den sentido a la existencia.
El espiritualismo es la practica o al menos la pretensión de ser espiritual, lo cierto es que se abren muchas interrogantes que dan lugar a muchas confusiones entre estos dos términos.
La espiritualidad no implica que sepamos grandes secretos, ocultos para la mayoría, ni que estudiemos diversas áreas en filosofías,  religiones, ni ramas esotéricas, ni gnosticismos de ninguna clase. La espiritualidad es un estado del ser donde se manifiesta un determinado alto estado de conciencia, en donde la personalidad tiene poca cabida o ninguna. Allí donde la personalidad este presente, seguramente el estado de “ser espiritual” estará muy lejos, son antagónicos tanto en definición como en naturaleza.
En el ser humano prima la personalidad y suele tener vislumbres sobre su espiritualidad, mas en la ausencia del ego, pues la manifestación simultanea no es posible. La espiritualidad es una condición del SER, el espiritualismo implica un Hacer una práctica.
 La espiritualidad puede intervenir en el espiritualismo con las practicas de determinada disciplina, sin perder su condición, en cambio el espiritualismo que significa la practica o el desarrollo de una o varias corrientes filosóficas, disciplinas energéticas o meditativas etc.,  no nos convierte en un ser espiritual. La espiritualidad no se adquiere por estudios ni disciplinas, es un estado interno a cultivar en que una necesidad imperiosa nos impulsa.



 Qué significa esto y cómo se manifiesta?

Implica un estado de plenitud, en que la persona pierde absolutamente su individualidad, para pasar a ser una unidad integrada de conciencia colectiva y el bien común, será el de todos, los objetivos serán comunes a los demás, no solo en beneficio propio. De esto se trata de ser uno con todo y todos. No siendo tan sencillo como suena, ya que hace miles de años desde la creación de la raza prácticamente le hemos rendido culto a la personalidad, sus placeres e intereses y beneficios individuales.
En cuanto al espiritualismo que es lo que parece proliferar en esta última era, tiene otra connotación bien diferente. El estudio de las “disciplinas espirituales” los manejos energéticos, las meditaciones y toda clase de aprendizajes que nos hagan sentir y vivir mejor están a la orden del día.
Esto significa “ser espiritual”? Pues no, la acumulación de conocimientos de cualquier clase y la práctica de “recetas” “formulas””símbolos” no nos hacen “seres espirituales” COMO EL HABITO NO HACE AL MONJE.

Muchos son los individuos que creen que ir a la iglesia los domingos los hacen mejores cristianos que otros, mientras en sus vidas nada practican de aquello que escucharon  en el templo. Acaso creen que DIOS pasa lista para ver quienes concurrieron a misa? Lo que importa son las actitudes y el desenvolvimiento frente al prójimo, más que estar presente en tal o cual ceremonia religiosa. Como aquellos que creen ser espirituales porque meditan a diario o realizan decretos metafísicos, o quizás trabajen con REIKI o alguna disciplina similar o los que practican yoga, son simples herramientas pero no los harán mejores personas, ni evolucionaran en ningún sentido, mientras haya ausencia de la VERDADERA Y SINCERA revisión interna, aquella en la que reparamos cuando estamos solos y ya no podemos seguir ocultando de nosotros mismos.
Cuando nos quedamos sin excusas para justificar nuestras actitudes y enfoquemos buscando dentro la raíz del conflicto, recién ahí estaremos empezando a andar en el camino del autoconocimiento que nos llevara por decantación al de la espiritualidad.

Cúantas son las Maestras o Maestros de tal o cual doctrina o práctica, que creen tener una desarrollada espiritualidad y se jactan de tal como si fuera una condición o galardón que los hace “diferentes” y en el momento de demostrarlo, nos encontramos con seres que juzgan, son orgullosos, vanidosos o con afrentas de su ego lastimado. Es como cuando damos limosna, lo hacemos por caridad y amor o simplemente para expiar a nuestra conciencia de culpas? O para sentirnos que somos bondadosos?
Porque en ese caso estaríamos ante  un acto egoísta e interesado y no uno altruista y desinteresado.

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