“Es mejor escribir para sí mismo y no tener público, que escribir para el público y no tenerse a sí mismo”

Cyril Connolly

viernes, 30 de septiembre de 2011

CORRESPONDENCIA ENTRE PLANOS.



Le llamo planos al lugar “ in situ” donde se mueven o habitan los diferentes cuerpos sutiles del hombre. Hablemos del cuaternario inferior donde en la gran parte de nuestra especie domina la personalidad o el ego.
Las formas en que interactúan y se retroalimentan dando lugar a posturas o posiciones afectando nuestros estados vibratorio en un sentido o en otro. Recordando que el cuaternario está compuesto de:

El cuerpo físico.
El cuerpo energético.
El cuerpo emocional o astral.
El cuerpo mental.

Si bien unos influencian sobre los otros los más difíciles de controlar son el cuerpo emocional y el mental ya que son los que les proporcionan el mayor peso a los estados vibratorios, repercutiendo de forma inmediata sobre los otros dos inferiores en cuanto a sutilidad. Expliquemos esto: un pensamiento (c. mental) desencadena un sentir (c.e) y casi automáticamente se ve reflejado en nuestro cuerpo energético y físico, en cualquiera de sus aspectos, reflejando vitalidad y bienestar en el buen sentido y pesadumbre, cansancio, fatiga, estrés en los estados de baja vibración o negativos, aunque prefiero el termino baja vibración, ya que el término”negativo” condiciona y es casi estigmatizante, suena con menos peso de la otra forma. 

Si bien existen disciplinas que enseñan que cambiando las posturas corporales se cambia de estado (y es muy cierto), tiene mucha mayor fuerza, rapidez, poder y efectividad desde el plano mental. Pues es un proceso inconsciente que se hace a diario y ni siquiera nos percatamos de ello, pues ya está “incorporado”. Por estas razones es que la mente es el instrumento mágico por excelencia, sabiéndose usar.



Frente a determinado conflicto se puede observar con mayor efectividad como un plano parece mezclarse con el otro todo el tiempo, cómo sucede esto? Sencillamente retroalimentándose unos de otros, aun cuando el mental sea el de mayor fuerza y poder, una vez que una postura mental ha echado a andar, los demás van incorporándose como en una rueda.

Para sostener determinada postura, hace falta un proceso mental inicial, una interpretación de los hechos que vemos, la realidad etc., esto una vez “interpretada” o juzgada  determinada circunstancia a nivel mental, inmediatamente genera un sentir interno desde la emoción, agradable o no con toda su gama de matices a elegir. Luego de estos dos primeros procesos viene la disposición energética donde baja o sube dependiendo de los cuerpos anteriores, para más tarde repercutir a nivel físico.
El sostener por mucho tiempo un estado de baja vibración, iniciado en nuestro propio cuerpo mental, hace posible la manifestación de las enfermedades, las carencias afectivas, la prosperidad todo se ve afectado.

Dependiendo de qué comandos se hayan instalado en nuestro inconsciente. Dominando lo superior, dominaremos lo inferior y en este caso hablamos de la mente, pues como creadora es la que engendra y marca el camino en nuestras vidas. El dicho: “el tiempo cura todo” hace las veces de referencia en que la mayoría de las veces, los pensamientos que hemos sostenido de baja vibración y que han sido causas de perdidas y desentendidos, se van disipando y por consiguiente perdiendo fuerza para terminar diluyéndose todos los malestares tanto mentales como emocionales. 

Pues lo que se sostenga a nivel de pensamiento no solo permanecerá, si no que ira acrecentándose cada vez mas y con más fuerza y paradójicamente esa “fuerza” que es la responsable que acerquemos lo que deseamos del universo materializándolo, también en su baja frecuencia decanta en resentimientos, venganza, obsesiones etc., si decidimos perpetuarlo en el tiempo y tengamos claro algo: SIEMPRE SON ELECCIONES las que hacemos a cada instante, nada externo nos “marca” solo nosotros en nuestro libre albedrio, elegimos o decidimos si permanecemos en una situación o en otra.

Las posiciones enfrentadas entre dos personas, son simplemente posturas mentales en algo que nuestra personalidad o ego a decidido anclarse, defendiendo ese ego a como dé lugar, el ego siempre tiene ese miedo a dejar de existir, entonces necesita fortalecerse e imponerse frente a otros, es lo que lo diferencia de los demás y teme perderse o confundirse entre varios, con determinada razón, pues el mismo es perecedero. 
También es una lucha a nivel energético, donde una parte pretende prevalecer sobre otra absorbiéndola  y si tuviéramos la posibilidad de ver el aura de dos personas en conflicto, lo notaríamos con claridad, como una va avanzando sobre la otra.  En cambio EL ESPIRITU es inmortal e imperecedero y no necesita mezclarse en conflictos  ni sobresalir en ninguna postura, porque simplemente ES.

Sucede usualmente que en un enfrentamiento de opiniones o posturas diferentes el deseo de TENER RAZON tanto de uno u otro lado trata de prevalecer, sin prestar mayor atención a nada mas, ni reparar en lo circundante. Mientras se esté anclado en una posición, dejamos de ver en perspectiva general para ver solo la nuestra a nivel personal, cayendo también en el error, aunque nos sobren las excusas de “buena voluntad” y estemos tratando de ayudar a otro. Ya que no atendemos cuales son las razones que motivan a esa persona a detenerse en determinado lugar, aun resultándole perjudicial, y “mover” o” tratar de” puede llevarnos a estar violentando a una persona que no está preparada para enfrentarse con su situación, sus miedos etc.

 Ahí es donde la personalidad arremeterá con fuerza para subsistir frente a lo que no le es posible solucionar, algunas veces es momentáneo, otras se sostienen situaciones una vida entera sin ver mas allá de lo que cree su mente y ven sus ojos.
Perderse en sostener determinadas estados de la personalidad es totalmente ilusorio ya que las verdades no son absolutas, y estaremos creando conflictos en el otro y más que nada en nosotros mismos. Donde todos nuestros cuerpos sutiles se verán afectados, la única posibilidad de salir de semejantes embrollos es conectarse desde el espíritu, algo superior a todos estos planos, donde como se ha dicho lo superior gobierna lo inferior, buscar nuestra propia luz y nuestro maestro interno que apaciblemente espera a que vayamos hacia él, ahí es donde radica toda fuente de sabiduría, amor y luz, basta con cerrar los ojos, aquietarnos y disponernos a escuchar………siempre estuvo ahí , solo que nuestros ruidos no lo hacían audible.

A modo de conclusión:
todo se resume a nivel energético que al no tener instaurado la modalidad de absorber energía de LA FUENTE , nos las “robamos” unos a otros constantemente y al estar todo interrelacionado los otros planos responden al de mayor carencia, en este caso al energético.

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