“Es mejor escribir para sí mismo y no tener público, que escribir para el público y no tenerse a sí mismo”

Cyril Connolly

martes, 13 de septiembre de 2011

LOS CHAKRAS.



Cuando una persona comienza agudizar sus sentidos de modo que empieza a percibir más de lo que los demás perciben habitualmente, los chakras es de las primeras cosas que le llaman la atención. 
La palabra chakra es sánscrita y significa rueda, aunque prefiero darle una connotación mas en tres dimensiones y describirlos como vórtices energéticos ubicados en el cuerpo etérico, donde su principal función es la de nutrir, abastecer y la de que fluya la energía entre los diferentes vehículos del cuerpo del hombre (llámese cuerpos). 

Toman la vitalidad del sol, la energía de los planetas, de los elementos y de toda fuente energética que tenga influencia en el ser humano. Son sensores asimismo donde tienen funciones específicas inherentes a su ubicación y vibración, son nuestros “otros” sentidos, que desarrollados debidamente proporcionan la condición ideal de supra conciencia.
En los individuos poco evolucionados su movimiento es lento, el necesario para formar el vórtice adecuado al influjo de energía, sin embargo en el hombre bastante evolucionado estos refulgen con vívida luz debido a el paso de la energía, donde el flujo es mayor. 

El ser humano tiene muchos chakras en varias partes del cuerpo, pero los principales son siete y cada uno de ellos está dividido en pétalos o radios según su clasificación.

1)Chakra raíz o básico - 4 radios.
2)Chakra del bazo - 6 radios.
3)Chakra del ombligo – 10 radios.
4)Chakra del corazón – 12 radios.
5)Chakra laríngeo – 16 radios.
6)Chakra frontal – 96 radios.
7)Chakra coronario – 960 radios (la flor de mil pétalos).

Los chakras se dividen en tres grupos:
Inferior, medio y superior o fisiológicos, personal y espiritual.
Los chakras primero y segundo tienen pocos radios y su función es la de transferir al cuerpo dos fuerzas procedentes del plano físico, una de ellas es el fuego serpentino de la tierra y la otra la vitalidad del sol. Los centros tercero, cuarto y quinto constituyen el grupo medio, están relacionados con las fuerzas que por medio de la personalidad recibe el ego.
 El tercer centro las transfiere a través de la parte inferior del cuerpo astral, el cuarto por medio de la parte superior del mismo y por último el quinto por el cuerpo mental. Todos estos centros alimentan determinados ganglios nerviosos del cuerpo denso. Los centros sexto y séptimo independientemente de los demás, están relacionados con la glándula pineal y se ponen en acción cuando el hombre alcanza cierto grado de evolución.


Cuando se desenvuelve el chackra esplénico el hombre es capaz de recordar sus viajes astrales o gran parte de ellos, con el umbilical empieza el hombre a percibir toda clase de influencias astrales, algunas de ellas amigables y otras hostiles, como con los lugares que pueden resultarle algunos agradables y otros repulsivos sin saber por qué.
El cardíaco permite la empatía en el dolor o las alegrías del prójimo,  así cada uno tiene sus dones que de no ir acompañadas de las respectivas virtudes detonarían en el hombre fuerzas imparables de naturaleza animal que solo lo conducirían  a su bestializacion instintiva en contra de su evolución.
Los pensamientos ocupan un lugar en el espacio, los pensamientos afines tienden a agregarse y formar un egregor capaz de afectar la conciencia humana, creando una especie de atmosfera mental definida en el espacio, donde cada pensamiento similar es atraído y así es acrecentado su espacio y su influencia en asuntos de la misma índole. De esta forma el pensador contribuye a expandir este egregor donde a su vez queda influenciado por él. 
Esta es una de las razones del comportamiento de las masas donde todos piensan y actúan como una sola entidad, perdiendo su individualidad. Es más fácil para hombres de poca actividad mental aceptar pensamientos ajenos que impulsar los propios. 
Los pensamientos viajan a gran velocidad por la sutilidad del plano mental, por ello es que se debe tener cuidado en la forma cómo se piensa, ya que estaríamos afectando no solo a nosotros mismos, desde el chakra umbilical hacia arriba estaríamos en contacto con energías capaz de afectar la conciencia humana.

El plano astral, el de las emociones es más denso que el mental ya que es el más próximo al físico, de todas formas es más sutil que el plano físico.
Las emociones se acumulan más en formas de bloques, no es como en el mental que se reúnen en un “fondo común” y así andan flotando por todas partes, capaz de influenciar a cualquier sujeto que se ponga en contacto con ellas, la relación con los chakras está en que estas por ejemplo penetran por el chakra umbilical y donde alguna emoción negativa nos perturbe, ella se pondrá en contacto con estas energías de esa misma índole, acrecentando nuestro sentir, en cambio al contrarrestarlas, hacemos que estos “bloques” se alejen.
Son muchas las influencias a las que está sometido el ser humano y conociendo como funcionamos, se tendría mejor capacidad de cuidado y los chakras es de las primeras cosas a saber y conocer.

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