“Es mejor escribir para sí mismo y no tener público, que escribir para el público y no tenerse a sí mismo”

Cyril Connolly

jueves, 8 de septiembre de 2011

EL ARTE DE APRENDER.



La pregunta sería: ¿nos han enseñado a pensar por nosotros mismos? O simplemente nos han adoctrinado en qué dirección ir? En un mundo estipulado de tal manera en que solo la educación rígida es necesaria y válida, para sobrevivir social y económicamente va quedando por el camino la necesidad de aprender a pensar por uno mismo, a los cuestionamientos, tengamos delante a quien sea o que.
Esta nota no es una apología de resistencia contra el sistema, pues sería inútil desde el punto de vista práctico, pues está instalado desde que el mundo es mundo y siempre termina por acallar las voces que se rebelan, esto es simplemente para que el que lo lea se plantee la interrogante, la chispa de duda, la forma en que se está viviendo y realmente le dé verdadera importancia a la plenitud de su ser y no en base a requerimientos de exigencia que no sean basados en su propio bienestar.
Por ejemplo cuantas personas se impresionan por determinado título académico y aceptan lo que se les dice sin siquiera pensar si eso es correcto o no, si teniendo en cuenta que lo que tenemos delante es un profesional del área que corresponda, pero olvidamos que también es un ser humano que puede llegar a cometer errores igual que nosotros, oímos la voz que nos dice: “ si lo dijo el Doctor TIENE  que ser así” y no pensamos nada más, lo tomamos como un hecho consumado, no se trata de ir por la vida desconfiando ni investigando todo, simplemente tener activado el sentido común, que como bien dice el dicho: “ el sentido común, es el menos común de los sentidos”. Así funciona en muchas áreas y cuando algo se nos pasa por la cabeza, solemos acallarlo por temor, por inseguridad, pues ¿con qué argumentos enfrentarnos a la autoridad? Pues con el de ser seres pensantes.
Todos aquellos que han hecho un cambio drástico en el sistema, han sido perseguidos, injuriados,  rebeldes, y también han sabido pensar por ellos mismos. No digo que se salga a cambiar al mundo, sino simplemente desde nuestro lugar no aceptar todo lo que viene de afuera porque así es como debe ser.
 Recordemos a cuantos se les ha llamado locos y luego han tenido que retractarse y rendirle honores. No aceptemos todo lo que leamos por el simple hecho de estar impreso en forma de libro, son solo hojas y eso no es sinónimo de calidad ni de razón alguna. 
Es una forma de pensamiento plasmado de una determinada persona, una visión simple de una persona parada en un punto del universo, y habiendo tantas como seres, porque tomar algo preestablecido como real? No todas las realidades se adaptan a las nuestras y lo que para algunos funciona perfectamente, quizás en otros no haga la menor mella.  

Aprender a pensar con lógica, con razonamientos propios tomando del otro pero adaptarlo a nuestras formas, usando la creatividad inherente al ser que somos cada uno. Cuantas veces luego de leer un libro de auto ayuda o similar  se suele concordar en todo, es más nos parece tan razonable que pensamos adoptar las formas que parecen tan simples y qué fantástico! Cómo no lo vimos antes? Pero cuánto tiempo sostenemos esta postura? Luego vamos olvidando el libro, su contenido hasta que aparece alguien lo comenta y recordamos… pero lo seguimos dejando ahí, sin activarlo.

Esto sucede porque no lo hemos incorporado desde nosotros mismos, es la forma de pensar de otro que si bien concordamos no la hemos hecho nuestra, utilizando nuestra propia forma de pensar, solo leímos la “receta” quien cocina por recetas está inmerso en parámetros determinados que si alguno de los componentes o “ingredientes” falla se viene abajo todo, pero cuando uno improvisa en la cocina desde su propio sentir, sabe que sabores sustituir en el caso que sea necesario.

Nos dan recetas para ser felices, para mejorar nuestras vidas, como ser más prósperos, como educar a nuestros hijos, etc. Pero no nos enseñan a dejar de mirarnos constantemente el ombligo, creyendo que la única realidad es la que vivimos a diario, con nuestras ambivalencias.

Si tuviéramos una visión más amplia nos daríamos cuenta que “nuestros problemas no son tan grandes, ni tan preocupantes “al menos para la mayoría. Se suele detener a mirar y a pensar en toda clase de carencias que aun no hemos satisfecho, sin embargo poco apreciamos lo que si tenemos, debido a que está ahí, entonces la costumbre lo lleva a lo ordinario, a no darle valor. Nos preocupamos cuando nos cortan el agua unas horas, cuando hay gente en el mundo que debe caminar kilómetros para beberla solamente, pero para la mayoría esta simplemente en hacer girar el grifo de la canilla. Nos preocupamos por no poder cambiar el auto o mudarnos, cuando hay niños que trabajan a nivel de esclavitud en el mundo y ni siquiera son dueños de sus descansos.
Para todo en este mundo hay doctrinas de sobrevivencia y para eso se han creado pero con ello los patrones de sometimiento, de consumismo, de frustración al no alcanzarlos desde la estética hasta la adquisición de bienes o comodidades que lo hagan “socialmente aceptable” La idea no es ir contra el mundo, es dejar de pensar que el mundo termina en nuestra casa, en nuestro trabajo, nuestros amigos y todo el entorno circundante.

Aceptar lo bueno que tenemos, reconocerlo, reconocer nuestros propios meritos eso ya nos proporciona un respiro importante en cuanto a nivel de exigencia y en cuanto a un mayor respeto por lo que somos y lo que hemos conseguido. El sentimiento de libertad que trae consigo la liberación del pensamiento, eso nos cambia asombrosamente el sentir interno estaremos viendo al mundo un poco más arriba y más lejos.




1 comentario:

Anónimo dijo...

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