“Es mejor escribir para sí mismo y no tener público, que escribir para el público y no tenerse a sí mismo”

Cyril Connolly

miércoles, 3 de agosto de 2011

EL "NO HACER"


El “no hacer” es una técnica originaria del TAO se refiere a el aspecto fundamental del universo, es el orden natural de la existencia que no puede ser nombrado, se relaciona en un sentido espiritual y filosófico, donde se incita través de sus enseñanzas a abandonar nuestro propio camino, para seguir el camino de la naturaleza o “el gran camino”, es un dejarse fluir con el universo circundante, sin anteponer nuestros propios deseos, aceptar lo que llega sin salir a buscar nada. También en el chamanismo de Castaneda está presente, si bien no es del todo similar a nivel conceptual, en los hechos que resultan de esto, si coinciden.
Es el desprendimiento del rol al cual estamos habituados a usar, es como “salirse” del personaje que se representa y colocarse en otro sitio, haciendo cosas y tomando posturas que normalmente no haríamos.
 Llámese un rol familiar como de “padre” de familia o el que nos toca en una profesión, todos son personajes con los que nos vamos identificando a lo largo de la vida, unos los adquirimos de por vida, otros de forma pasajera y todos ellos definen a la persona, la identifican con algo, un lugar, un comportamiento y funciona en consecuencia de lo que se le ha asignado.
El cambio de roles produce una disminución importante en cuanto a la importancia personal, es capaz de sentirse parte de todo y de nada a la vez, tomando conciencia de que no “necesariamente” debe comportarse de tal o cual manera de acuerdo a lo pre- establecido.

Fortalece la esencia del ser, proporcionándole mayor libertad de actuación a su vez generando un mayor poder energético que se ha desprendido al tratar de mantener siempre una postura rígida pues….”es lo que somos”.
Hoy se puede ser una persona de éxito y renombre y quizás mañana ser un mendigo, todo está dentro, lo que cambia es solo el personaje, cumpliendo expectativas propias y ajenas de “deber ser”, esas cosas frenan el desarrollo del espíritu, el alineamiento del ser con el universo. Generalmente los individuos muy sujetos a un determinado personaje, están llenos de frustraciones y trabas que van contra su sentir, en función de alcanzar determinados logros o metas, ignorando que luego de obtenidas aparecerán nuevas metas que los volverá a mantener a la expectativa de nuevas frustraciones y así sucesivamente.

Esta técnica requiere en todo momento de estar presente, ya que al no ser una costumbre actuar de determinada manera se mantendrá observando el entorno y a sí mismos, cosa que no sucede con demasiada frecuencia debido a los diálogos internos.
Con respecto al TAO, es más un ir y venir sin poner la menor resistencia frente a lo que se presente, sin expectativas, sin glorias, sin perdidas, pues “el no hacer” denota un estado de comunión con todo y de no-identificación frente a cualquier circunstancia, es un cambio permanente y la idea es estar en comunión frente a esas transformaciones continuas.
No debe confundirse con un estado de inercia, contrariamente a esta actuación, dentro del “no hacer” se hallan todas las formas posibles.
La vida misma es como el ciclo de las estaciones donde estas pasan sin detenerse frente a nada ni nadie y continúan su ciclo ascendiendo a su punto máximo y luego en descendente forma hasta que alcanzan su ocaso para dar paso a la estación siguiente, trayendo consigo una nueva transformación, una nueva energía un nuevo estado del “ser”.

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